Creo que se trata del nido de una Avispa Alfarera, Eumeninae. No sé mucho de insectos así que puede que esté equivocado.
Mi hijo y yo tuvimos la suerte de ver, hace un par de meses, cómo la avispa introducía un gusano más grande que ella como alimento para la larva que se iba a criar en esa guarida.
¡Para que luego digan que hay que ir al campo para ver bichos!
¡Si en la ciudad hay de todo!
Lo que pasa es que hay que fijarse, claro.
vale, un nuevo ejemplo de arquitectura donostiarra...
ResponderEliminarMooola, mírala qué apañá que es, que se hace sus nidos en fachadas con glamour.
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