domingo, 26 de abril de 2009

Urgull

Te quedas en tu ciudad en Semana Santa y unos se burlan y otros te envidian, así son las cosas. Como el chaval tiene vacaciones, te lo llevas a dar una vuelta para enseñarle lo nuevo, sufrimos las obras constantemente pero a cambio tenemos novedades, y te llevas la cámara porque piensas en el blog.
Esta ciudad se te acaba enseguida si caminas sin pensar y a menudo lo hace a orillas del mar, así que acabas en el aquariun que también tiene novedades. Pero como tu plan era caminar, tomas la vía montuna y te subes a Urgull. Y te acuerdas de cosas y se las enseñas al chaval, que pone el mismo interés que un lagarto por la sopa... pero tú les sacas fotos.

Este es el Monte Urgull, que domina el puerto y la Parte Vieja de Donostia.


Aunque llegues arriba sin aliento, puedes contemplar vistas como esta.


Urgull fue el principal baluarte defensivo de la ciudad, y está lleno de fortificaciones y caminos que serpentean entre sus murallas y baterías.



Afortunadamente el musgo de la inactividad se ha apoderado de sus muros...


En la cima hay un castillo roquero y en sus patios almenados todavía podemos encontrar cañones de más de 300 años de antigüedad, como este sobre el que un joven Munchaussen aguarda para cabalgar la bola que le hará volar hacia la aventura. (Y puedo ser aún más pedante jajaajaja)

Pero a mí el que me encanta es este. Es una bombarda. Se llama Rosita Wicke y en su fuste reza grabada la siguiente leyenda: "Me llamo Rosita Wicke. Siembro la muerte y el gemido. Me hizo Juan Vastenove. Esto es verdad. Año 1502"
Y si lo dice Rosita... ¡Yo lo creo!



Y en la bajada, en uno de los baluartes, desde hace años, como recuperada de una batalla, a veces más real que metafórica, ondea la Ikurriña. ¡Toma ñoñostiarrismo!


En el Bule, recuperada la horizontalidad, te puedes encontrar a tipos como este, que viven permanentemente en la cuerda floja...


¡Pa qué nos vamos a ir a otra parte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario