martes, 12 de mayo de 2009

Sábado por la noche.

Bar-pub de la Parte Vieja Donostiarra, primavera del 2009, 1:30 de la madrugada.
Atención a la foto porque es paradigmática.
¿Cómo se sabe que estamos en el País vasco?


Pues muy fácil: Todos los chicos están situados en un lado y las chicas en el otro. Es más, los chicos están todos del lado de la barra del bar y miran obstinadamente hacia ella. Lo de que estén a la derecha no lo valoro, pues depende de mi posición... ¡Que las chavalas están detrás, mendrugos!
Y mirad las caras: ¡Ninguno parece divertirse! Hay una mezcla de resignación y ansiedad en los rostros...

¿Mi análisis? Muy sencillo: Saben que no van a pillar y ya van con la autoestima minada.
Y lo curioso es que la mayoría son jóvenes y guapos...
¡Dios mío! ¡Qué nos han hecho en este País de m****, para que salgamos a ligar ya vencidos!
¿Por qué cuando te presentas a un desconocido o desconocida se asustan como si fueras un Serial Killer?
Tiene que ser la educación recibida... con los guiris no pasa. Aunque no sepan una papa de castellano o euskera, te presentas a ellos, sonríen y hacen el esfuerzo de hablar...
Tanto es así, que ya hay muchachos/as vascos, especializados en ligar con Erasmus
Confío en que una probable reproducción con estos individuos venidos de lugares lejanos mejore la genética del vasco, porque si no vamos directos a la extinción. La pureza nos está llevando a un callejón sin salida, además de a la ausencia de labios de las muchachas, me refiero al rostro...

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