Réquiem por la carabela portuguesa.

Hoy lo he vuelto a hacer. He llamado a Radio Euskadi. Hubo un tiempo, (como saben aquellos seguidores a quien yo con cariño llamaba "acérrimos") en que lo hacía compulsivamente. Pero lo dejé. Bueno casi. Ahora llamo poco; sólo unas poquitas veces por semana ja aj ja ja ja
Bueno, el caso es que ellos también lo han vuelto a hacer: emitir la llamada.
Estaban hablando de la conservación de los fondos marinos, del mar en general, y enseguida me ha venido a la mente el asunto de la carabela portuguesa, tan mentado últimamente en Donostia.
Se me ha ocurrido comentar la medida que ha tomado el ayuntamiento, que es la de salir en embarcaciones y capturarla, y he preguntado sobre qué se hacía con ellas una vez capturadas. Sí, el propio Alcalde se embarcó el otro día acompañado de periodistas para mostrarnos en directo las operaciones. Se dice que se capturan, pero no se cuenta qué se hace con ellas una vez fuera del agua.
La presentadora del programa anuncia que precisamente en la próxima hora tienen previsto entrevistar a Odón Elorza, el alcalde de Donostia, y que se lo preguntará.
Y así lo hace.
El alcalde comenta jocoso (es una de sus señas de identidad) que no me preocupe. Que la carabela portuguesa es un "bicho muy malo" Que hace un daño terrible si te pica y que lo mejor es evitar que lleguen a la playa. Que las mandan al secadero y, cuando se secan y desinflan, las tiran a un vertedero. Que tiene unos tentáculos muy largos y que él mismo vio como sacaban una del agua con un pececito muerto atrapado en uno de sus apéndices. -¡Y qué querés que coman! ¿Tallarines?- como decían Les Luthiers.
¿Bicho malo? ¿Es ese un argumento para su eliminación?
¿Malo porque su vida consiste en flotar sobre el océano capturando los peces que se encuentra? ¿Malo porque tiene células urticantes?

No, malo porque coincide con nosotros en las mismas aguas. Malo porque queremos el mar para nosotros, los buenos, los humanos. Malo porque no es un ser comestible.
Malo porque lo llamamos malo.

La carabela portuguesa ha picado a una decena de personas en nuestras costas. No es una tontería. Algunos casos han precisado ingreso hospitalario. Ninguno ha fallecido.
Todos los días se capturan alrededor de 350 carabelas portuguesas; el alcalde ha dicho que ayer, concretamente, 700. Todas resultan muertas.